Uñas ojo de gato: tu próximo reto tiene nombre y apellidos

Si estás dentro del mundillo ‘uñil’ seguro que ya has oído hablar de ellas y es que esta manicura gatuna, también conocida como uñas cat eye, no para de sumar adeptas. Quizás sea porque es un tanto hipnótica…

Paso a paso para conseguir la manicura de ojo de gato

Imprescindibles: colores oscuros y mucho brilli-brilli. Pero antes de cambiar el mood de tus manos, vamos a explicarte por qué se llaman así. El objetivo es conseguir en tus uñas el mismo efecto que produce la luz en los ojos de este animal. ¿Sabes esa rayita diagonal o ese reflejo tan particular que se les crea? Eso es justo lo que queremos simular. Un momento, ¿te acuerdas de la veta tornasolada que tenían tus canicas preferidas? ¡Pues ya sabes por partida doble lo que buscamos!

Prepara tu manicura

- ¿Uñas completamente limpias? Sí.
- ¿Uñas limadas con forma ovalada? Sí (es que es la forma que mejor encaja).
- ¿Cutículas convenientemente retiradas? Sí.
- ¿Base coat? No.

¿Pero cómo que no? Ya sabes que es fundamental para comenzar a esmaltar. Extiende una capa de Strong Start de essie, deja que se seque antes de empezar con el color y, ahora sí, ya puedes empezar tranquilamente sabiendo que tus uñas van a estar superprotegidas.

Comienza por el fondo

Aplícate dos capas de esmalte negro. Ten en cuenta que el efecto que perseguimos en una manicura ojo de gato luce mucho mejor sobre este lienzo. Te proponemos Like it loud de la gama Gel Couture de essie. Si quieres también puedes optar por otras bases muy oscuras tipo azul marino, verde casi negro o granate. Y que sepas que cada vez estamos viendo más cat eyes en tonos claros.

 

¡A por la veta!

El momento más importante y donde entra en juego el brillo. Nosotras lo vamos a hacer de forma artesanal, pero existen productos específicos (de hecho, se llaman esmaltes ojo de gato) que contienen pigmentos magnéticos que se activan en contacto con un imán que, al pasarlo de forma vertical o diagonal sobre la uña, provoca el toque deseado. ¿Cuál es nuestra sugerencia? Pues, sobre la base negra que tienes, completamente seca, coge un pincel más fino, mójalo en el esmalte dorado Penny Talk de essie y, una vez bien escurrido, desliza sobre cada una de tus uñas un trazo vertical o diagonal nada preciso, como de una pasada.

La veta puede ser del color que quieras, siempre y cuando sea brillante. No olvides que necesitamos recrear una especie de ráfaga o estela que provoque relieve —como sensación de 3D— y los destellos son cruciales.

Bola de cristal

En el paso 2 te habíamos propuesto el color negro de la gama Gel Couture de essie, justo para conseguir ese acabado acristalado, como de canica, que tanto ansiamos. Para lograrlo del todo, termina tu manicura con una capa del top coat de la misma línea y alucina con la película transparente con la que envolverá tus manos y cómo los reflejos (a consecuencia de la veta y de la luz) irán cambiando según las inclines o las muevas.

¿Podemos decir que las uñas ojo de gato acaban de ganar una fan más? Cri-Cri. ¿No nos respondes? Vale, eso es que ya estás hipnotizada perdida.